viernes, 5 de junio de 2009

Un adiós pero NO un olvido

Hace unos pocos días que nos abandonó un gran poeta conocido en el mundo como Mario Benedetti. Poeta de la realidad, del amor, del desespero, de la inconciencia, del recuerdo y de una ideología sentimental. Parecía un juez de paz, pero nunca existió paz dentro de su alma, ni siquiera cuando se le veía esa susurrante sonrisa, con sus manos a la espalda, con su mirada desviada por sus lentes, con su bigote prolongado e invariable a lo largo de una vida donde muchos se enamoraron con sus poemas y canciones que hizo con sus versos su gran amigo Daniel Viglietti.

No he tenido tiempo para hacerle un espacio en mi blog y despedirme de él, pero sé que sus versos vivirán encarcelados en nuestras almas, sé que estará muy lejos pero sus palabras seguirán abriendo paso.

Me gusta mucho uno de sus poemas que lleva como título “Cerrar los ojos”, se camufla en un mundo de fantasía para ver la realidad.

Cerrar los ojos.

Cerremos estos ojos para entrar al misterio
el que acude con gozos y desdichas
así / en esta noche provocada
crearemos por fin nuestras propias estrellas
y nuestra hermosa colección de sueños
el pobre mundo seguirá rodando
lejos de nuestros párpados caídos
habrá hurtos abusos fechorías
o sea el espantoso ritmo de las cosas
allá en la calle seguirán los mismos
escaparates de las tentaciones
ah pero nuestros ojos tapados piensan sienten
lo que no pensaron ni sintieron antes
si pasado mañana los abrimos
el corazón acaso de encabrite
así hasta que los párpados
se nos caigan de nuevo
y volvamos al pacto de lo oscuro.

(Mario Benedetti, Montevideo 2008)

No hay comentarios: