lunes, 18 de agosto de 2008

Me siento inútil, más que todos los días.
Me siento tan desgraciado como cuando dejé ir a la mitad de mi vida.
Sólo necesito fuerzas para seguir dando eso pasos que me pesan como mi propia soledad.
Por momentos me provoca estallar este maldito sentimiento, cada segundo intento no agachar mi cabeza para no ver esas baldosas de mierda que pintan mi realidad.
Estoy dispuesto a seguir contra el viento y marea, estoy dispuesto a alcanzar esa meta que no tengo. Pero es que me siento tan inútil. Intento no mirar el espejo para no verme esa cara de idiota que tengo. Por un momento escucho aquellas gotas y noto que están llenas de significados totalmente diferentes a estas lágrimas que ahoran me impiden ver toda esta montonera de palabras.

...Y seguiré así hasta el día en que llegue la partida...

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